viernes, 28 de junio de 2013

EL PELIGRO EN LAS CALLES

Medellín, junio 28 de 2013


Lunes 24 de junio, el reloj,va marcando las 2p.m, por fin ha llegado la sobrina, y nos disponemos a abordar un taxi que no llevará a un centro comercial importante al otro lado de la ciudad.
Al frente de la Iglesia de San José, en pleno centro de la ciudad, se ha detenido un taxi, del cual ha descendido una señora madura y abordamos el mismo taxi, le comento a mi sobrina que se siente ella a trás y yo adelante;pero ella me dice que nos sentemos en la parte trasera,se prepara a colocar un mensaje de texto por su celular para decirle a la persona que nos espera que ya vamos en camino (su celular es de alta gama y muy perseguido por los ladrones), las ventanillas del taxi están subidas a la mitad,justo en la calle Colombia con Palacé, hay un semáforo,al frente del Banco Popular, parque de Berrio;delante de nosotros hay un carro particular y al detenerse el semáforo,cayeron como hienas seis tipos:uno al lado del conductor le dice que se quede quieto, otro se ubica en la otra ventanilla delantera, tres atacan a mi sobrina que comienza a gritar, y por la ventanilla trasera del lado mio aparece otro con una navaja "pate cabra", y amenaza a mi sobrina con herirla si no les entrega el celular, yo permanezco tranquilo y sin mediar palabra observo o me da la impresión que la mano que tiene la navaja es como de trapo, y le agarro la muñeca con mucha fuerza al asaltante, mientras le digo a mi sobrina que entregue el bolso y el celular;de pronto observo que los tres hombres de la ventanilla de la sobrina se retiran, abro la puerta y desciendo del taxi sin experimentar ningún miedo,a los tres asaltantes los veo como flotando, el que tiene el puñal no se que se ha hecho(facilmente por despecho o desengaño me ha podido herir), miro al frente y veo la calle llena de transeúntes que miran pero no hacen nada, vuelvo y me subo al taxi, el semáforo se pone en verde y cerramos las ventanillas, le decimos al conductor que acelere y que no se detenga,(el minuto detenidos en el semáforo dura una eternidad, al ingresar al taxi, la sobrina me dice que no le han robado nada ni la han herido, que ella entró en pánico porque pensó que nos iban retener y que tenía en su mente un suceso parecido a una de sus primas que la dejó marcada)porque creíamos que nos podían seguir en una moto.
El conductor nos dice que no pudo hacer nada porque fue amenazado y que ha visto como bajan de los particulares a los pasajeros y les roban todas sus pertenencias.Al bajarnos del taxi en el centro comercial nos parece mentira haber vivido una experiencia como las que muestran cada día los noticieros de televisión, en las principales ciudades del país, recordamos como al agente de la DEA, lo asesinaron en Bogotá, siendo un experto en defensa personal,analizamos porque la gente no se involucra en estos casos, a no ser que toquen a sus parientes o amigos
Yo deduzco por mi experiencia que en esta tragedia se presentó una situación poco usual y que la mano del Altísimo, de Jesucristo y el Trono Miguel, estuvieron presentes.
Sé del Poder de la Oración, que todas las vibraciones negativas están en todo su furor haciendo y deshaciendo, que la policía no tiene capacidad de acción, a pesar de los cuadrantes de seguridad que anuncian para la ciudad, que las órdenes vienen desde Bogotá y el alcalde sólo se limita a cumplir su función de administrador y no puede hacer nada,pero si puede aplicar el artículo 16 del Estatuto De Policía;y que la línea 123 no funciona, al llamarlos, nos dice el policía que hay que poner una denuncia en la fiscalía, y que él no sabe si en ese lugar hay cámaras de televisión, que explicación tan precaria y desesperanzadora.
Medellín, una ciudad atiborrada de población víctima del desplazamiento forzado por el conflito armado y por la fama que se ha ganado, hoy no tiene dolientes, la gran mayoría de sus habitantes (se dice que en el centro de Medellín se movilizan diariamente un millon de personas)no tienen sentido de pertenencia y sólo buscan subsistir como sea, buscando el pan de cada día, y los combos y grupos de delicuencia son los dueños del centro y la ciudad, y parece que impera la ley de la selva.
Las principales avenidas y calles y parques de la ciudad presentan esta situación, no hay por donde caminar y cualquier vendedor ambulante es un asaltante o como minímo es cómplice.
Las soluciones no es congestionar las calles de policías porque ellos manejan un Código de Policía, anticuado y sin aplicación(el actual desde el 12 de agosto de 1993) ,y se puede venir en su contra cuando el agente obra sin responsabilidad,también en la gran mayoría de los casos, allí, se refugían muchos delincuentes, y el cuadro es desolador.
Sólo la solidaridad y la justicia social pueden remediar este mal.
Pedimos al Padre Eterno, en el nombre de Jesuscristo, que ilumine a los dirigentes de la ciudad, departamento y de toda la nación, para que tomen medidas especiales para remediar este mal.
Juan Del Sur

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