Los días se suceden y la angustia crece más y más.
Los diferentes países y sus gobiernos vienen tomando medidas, (algunas muy drásticas) a sus ciudadanos para conocer el nivel de contagio y el número de pruebas no está a la par con el incremento del Coronavirus, y el control a las personas se torna preocupante;las filas de miles de personas solicitando ayudas económicas, paquetes de alimentos, incrementándose la indisciplina de los habitantes de no querer usar el tapabocas, de no salir por parejas, tumultos en las calles, fiestas repentinas, son una nota destacada que genera para muchos indignación.
Los gobiernos locales están tomando medidas muy serias con " protocolos de bioseguridad" para habilitar nuevamente el comercio, y recuperar las actividades económicas como la construcción, los textiles, la venta de vehículos, son considerados como muy estrictos , y los dineros prometidos como préstamos blandos por el Gobierno y para ser tramitados a través de los bancos no funcionan como las personas lo desean, los arriendo por el suelo, los propietarios y arrendatarios no se ponen de acuerdo, las actividades de vida social originadas en los centros comerciales,las peluquerías, gimnasios, restaurantes, y turismo en general no tienen luz verde para operar y sus propietarios se ven obligados a cerrar porque están quebrados, la banca no hace alivios reales sino que las cuotas son aplazadas por 3 o 4 meses, pero serán cobradas de todas formas, y las empresas de los celulares se la pasan amenazando con el corte del servicio. y no se ven los alivios.
Mientras tanto el mundo se sacude, manifestaciones no autorizadas en países europeos exigiendo la libertad se van incrementando y los choques con la policía no se pueden evitar y muy pronto se trasladarán por todos los países como una bola de nieve.Muchos piensan- que más da morir por el COVID-19, por el hambre o por una bala perdida.
Atte Juan Del Sur.
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