EN EL LUGAR EQUIVOCADO

Medellín, 4 de octubre de 2013

Ignacio, tenía la costumbre con su mejor amigo después de la salida del taller, darse un vueltón por el granero de doña Martha Torres, ella los conocía muy bien, muchas veces se pasaban de tragos y si no tenían el dinero suficiente para cancelar la cuenta,  ella les fiaba hasta la próxima quincena.
El día miércoles el equipo de fútbol de sus amores jugaba un clásico importante con su rival de plaza, como de costumbre;planchó su camiseta con el número nueve y firmada por la estrella de su equipo amado, aprendió a quererlo desde pequeño cuando su papá lo llevaba al estadio los domingos, los gritos de animación que les daba lo entusiasmaban  mucho y cada juego de su equipo era una fiesta.
Con delicadeza, guardó la camiseta en su morral, aceleró el desayuno, beso a sus dos pequeños hijos en la frente, y le dió un tierno abrazo a su mujer y se marchó..
El día había sido caluroso, trabajó con ganas, ilusionado y pensando en la pequeña reunión con su compañero de labores, salieron juntos, doña Martha, los recibió con una sonrisa afectuosa y llena de cariño, ella ya estaba acostumbrada a los desmanes y calenturas que producía el licor en ellos, y gozaba con las bromas, y se quedaba seria, cuando Ignacio y su amigo, insultaban a los jugadores del equipo contrario,las tandas de cervezas aumentaban, y licor iba haciendo estragos en sus cuerpos, y sus mentes divagaban;se están pasando de tragos-pensaba doña Martha-
Faltaban unas horas para el crucial partido, pero eso no les importaba,Ignacio, abrió su morral y sacó la camiseta, se la colocó y la lucio con orgullo y prepotencia;sin mediar palabras se dirigió a la salida de la tienda,apenas había caminado unos pasos, cuando por sorpresa y a traición fue atacado por seis jóvenes del bando contrario, que sin mediar palabras la emprendieron a golpes mientras lo insultaban, el arma blanca produjo un brillo como de centella y fue a parar en el pecho de Ignacio, mientras caía al suelo,recibió varias puñaladas que cortaban su vida, y se le iba el aire, y  como un balón desinflándose, quedó tendido en tierra, su compañero de bebeta al ver la cantidad de muchachos, salió corriendo y se marchó del lugar, doña Martha, guardó silencio y cerró la puerta para evitar trifulcas;los agresores huyeron, una cámara de seguridad, grababa lo que ocurría en el lugar, después serviría de apoyo en la identificación de los culpables,
lejos de allí, en el estadio el arbitro daba el pitazo inicial del gran clásico;el cronista de prensa sensacionalista, tituló su noticia:Por guerra entre hinchas y al sobrepasar una frontera invisible, han asesinado a un hincha, que ha dejado a dos pequeños hijos huérfanos y a una pobre viuda.
Hoy el mundo global se nos presenta muy complicado y gracias a los medios de comunicacion nos damos cuenta de lo que ocurre al instante:Aberraciones, crímenes de género,infanticidios, agresiones sexuales de toda índole,lo más grotesco del ser humano,en nuestro país Colombia, la sociedad está en crisis;la familia tradicional, cambió, niños y niñas que crecen sin sus padres, por la ausencia de uno de los dos, ya sea por abandono de hogar , desplazamiento o muerte del padre;estos muchachos se levantan con la madre que trabaja y los debe dejar con la abuela,o en hogares sustitutos que muchas veces no se sabe cuál es la calidad de estas madres,se levantan y son manipulados, obligados a ingresar a grupos por fuera de la ley:micro tráfico,pandillas,la historia es de nunca acabar y las leyes existentes no se pueden aplicar en su totalidad, por eso la situación de violencia en Colombia es complicada y merece un estudio serio y responsable.
Juan Del Sur