martes, 9 de junio de 2015

DESATANDO NUDOS.

Medellín, 23 de abril de 2015


Su voz entrecortada, el rostro pálido y descompuesto, sus ojos casi desorbitados, lo expresaban todo; había tenido una experiencia única y todos sus planes para la vida, de repente cambiaban, ella no lo podía creer, aquel hombre, que lo representaba todo para su existencia (hasta ese momento), la estaba engañando, sus sospechas eran confirmadas por primera vez , Augusto había ingresado con aquella chica 10 años más joven que ella, a aquel motelcito discreto en el centro de la ciudad; sus amigos más íntimos, se lo dijeron, y ella se negaba a reconocer, lo que todos sabían, que Augusto, era un patán, un ser despreciable y mezquino que andaba con la doble, y siempre aparentaba lo que no era, su manera de ser, la jovialidad que expresaba, sus buenas maneras, y esa zalamería propia de los hipócritas, eran sus mejores armas, casi nunca fallaba, y a su paso dejaba una estela de engaños, frustraciones, y el irrespeto hacia las personas, sobre todo mujeres, a las que abordaba día a día, promesas van, promesas vienen, cumplidos, para quedar bien, y que envolvián  en una telaraña a esos seres solitarios y tristes, que esperaban encontrar alegría  e ilusión para sus vidas.
Qué sería de su vida?
Qué pasaría  con los dos hijos adolescentes de 13 y 14 años, cuando más necesitaban de un padre como soporte, y ejemplo a seguir?
No tenía cabeza para pensar y aquietar su mente, la rabia , el odio, se apoderaban de ella, se contuvo, unos minutos, y al diablo, ese hombre que la deslumbró,  con el cual  deseaba llegar a la vejez en su compañía, no era de su confianza, ahora estaba distante, todo se desmorronó ya no había caso, volver a comenzar de nuevo, imposible, toda su existencia  se llenó de desencanto; lo pensó- ingresar al motelcito, cantarle la verdad y que sintiera verguenza, por fin se contuvo, no valia la pena rebajarse; tomó aire, volvió a respirar, por fin su mente se aclaro y tomó la decisión   de marcharse, era lo mejor, por fin su rostro tenía un aspecto sereno, dió media vuelta y se marchó; mientras regresaba a su hogar (cuál hogar?) planeaba la conversación con sus dos hijos, y lo que sería de ellos
a partir de ese instante, seguía pensando y repensando, y llegó a la conclusión; la relación de pareja, y como esposos, estaba muy distante,ella, gurdaba la esperanza de que cambiaría, pero Augusto, nunca puso interés y ella no seguiría desgastándose, lo mejor, seguir sola y con sus hijos, a ellos le hablaría con toda la sinceridad y con el corazón en la mano, no les inculcaría ningún odio, para con su padre, ellos lo conocian muy bien, y como actuaba, simplemente, borron y cuenta nueva.
Llegó a casa,empezó a elaborar su duelo, dió gracias al Padre Eterno, por lo bueno y lo malo de esos 15 penosos años, con subidas y bajadas, alegrías y penas, a partir de ese instante su vida sería diferente, y sólo ella podría dar ese paso, y no volvería nuevamente con el, ya le había perdonado varias veces sus malos pasos, y de nada había servido, solo crear nudos, lo hizó por sus pequeñitos, pero, ahora por encima de parientes de lado y lado, de los comentarios de sus amigos, su vida era otra, el horizonte se ampliaba, una nueva vida le esperaba; sonrió, se miró al espejo, pensó en su madre, y se marchó a visitarla.
Doña María, nunca quiso a Augusto, su hija, le contó todo, ella, al fin mujer, la escucho, con mucha atención, al terminar, le dió un abrazo, largo, y amoroso,y le dijo:- hija mia, ésta es tu casa, cuenta con nuestro apoyo, y lucha con todas la fuerzas por tu felicidad-.
Bienvenida.

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